En el 11º Encuentro Nacional de la Mesa Tecnológica de Oleaginosos (MTO), uno de los cultivos tratados fue la soja, que en la zafra pasada le dejó a Uruguay una exportación de 3,063 millones de toneladas, que se valorizaron en US$ 1.915 millones. Según compartieron los expertos, se prevé que para esta zafra 2022/23 las ganancias que se generen por la venta de la oleaginosa bajen. Esa previsión se debe a varias razones: un escenario de incertidumbre por la suba de los costos de producción y el desarrollo climático, principalmente por la falta de agua y los anuncios de año Niña.

En la zafra 2021/22 se produjeron 3,2 millones de toneladas de soja, 60% más que en la anterior, con un rinde promedio de 2.790 kilos por hectárea, 47% más que el año anterior.

En la zafra pasada el precio de esta oleaginosa fue de US$ 583 por tonelada, en promedio, 33% más que en la zafra anterior. Según destacaron desde la MTO, ese valor se unió a buenos rindes de los cultivos y así se generaron márgenes “récord”.

El ingreso por hectárea fue US$ 1.653, mientras que los costos productivos fueron de US$ 679 por hectárea para la soja de primera y US$ 571 para la de segunda. Si bien se prevé que baje un poco, para la próxima zafra se espera que el margen promedio continúe siendo “comparativamente alto”. El precio que se estima para la próxima campaña es de US$ 520 por tonelada, mientras que el rinde de equilibrio, antes de la renta, se ubicaría en 1.500 kilos por hectárea.

 

Valor agregado

Los integrantes de la MTO consideraron que la cadena de oleaginosos “es altamente competitiva”, porque en la zafra pasada el valor agregado se duplicó y superó los US$ 1.700 millones en 2021/22, siendo el 80% de las ventas. Cada US$ 100 de ventas la soja generó más valor agregado que la colza, se informó, eso se dio principalmente porque los rendimientos fueron mejores.

Por otro lado, se estimó que en la próxima campaña se haga más soja de segunda que de primera, por el incremento del área de cultivos de invierno.