Los futuros del trigo cambiaron de signo en el mercado de Chicago y en la última jornada cerraron con ganancias, después de cinco días en rojo. Los temores por una recesión global se aminoraron, mientras la liquidación de los contratos llegó a su límite. Los precios encontraron su piso en la sostenida incertidumbre por el abastecimiento global de trigo, en el marco de la guerra entre Rusia y Ucrania, y en la llegada del período crítico de crecimiento en Estados Unidos.

El maíz también cerró la última jornada en un terreno positivo, ya que los precios se apuntalaron por pronósticos de tiempo seco para las próximas semanas en el medio oeste estadounidense. El panorama productivo de ese país podría complicarse sin lluvias a mediados de julio, una etapa crítica para el desarrollo del maíz allí. No obstante, la Agencia de Energía de Estados Unidos (EIA) informó un menor consumo semanal de etanol, lo que limitó las subas del grano amarillo.

Finalmente, la soja y sus subproductos también tuvieron ganancias. Luego de tocar sus soportes técnicos mínimos, la soja vió repuntar sus cotizaciones. No conforme con ello, una baja del dólar desde máximos de 20 años, acompañada de un repunte en el petróleo crudo apuntaló los precios en la jornada.