La semana pasada fue una semana muy movida para el mercado agrícola argentino, en medio de avisos gubernamentales que extienden las ayudas a productores, pronósticos de lluvias abundantes para esta semana que comienza y la desconfianza del mercado sobre el momento en que llegarían las precipitaciones.

De los principales cultivos de verano, el maíz es el que se esta viendo más afectado por las condiciones climáticas en Argentina y el animo de los productores empeora. Durante la semana pasada la proyección de cosecha de este cereal volvió a bajar y se situó sobre 8 millones de toneladas.

Con el régimen actual de retenciones, la caída en producción representa una perdida exorbitante de recaudación para productores, pero también para el estado. De acuerdo a las estimaciones de algunos expertos argentinos la economía argentina vería afectado su PBI en 1% solo a causa de la perdida de potencial de este cultivo.

Los pronósticos de lluvia, algunas de las cuales comenzaron a concretarse durante el fin de semana, no fueron suficientes para impactar el mercado ya que en algunas zonas se cruzo el punto de no retorno del potencial.