La zafra de cultivos de invierno sorprendió por los muy buenos rendimientos logrados a pesar del déficit hídrico en la fase de llenado de grano. Esto permitió redondear un muy buen año, dado que se pudieron aprovechar los elevados precios de estos productos y alcanzar márgenes económicos interesantes.
“Sorprendieron los rendimientos de trigo y cebada”, afirmó Andrés Alayón, vicepresidente de la Agropecuaria de Dolores. Agregó que en el caso de la colza “la situación fue más variable, dado que es un cultivo en el que no hay tanta experiencia”.
El precio del trigo osciló entre US$ 290 y US$ 315 por tonelada, lo que —según Alayón— permitió alcanzar un valor medio de venta para los agricultores del orden de los US$ 300. A esa cotización, el rendimiento de equilibrio fue de unos 3.700-3.800 kilos por hectárea, en tanto fueron usuales rindes de 4.700-4.800 e incluso por encima de eso. Por lo tanto, se lograron márgenes en el entorno de 1.000 kilos por hectárea, unos US$ 300.
En base a este buen resultado productivo y económico de la última campaña de invierno, es probable que la próxima siembra vuelva a ganar algo de área.
De acuerdo con la encuesta agrícola de DIEA para el invierno 2022, se sembraron unas 757 mil hectáreas de cultivos de invierno para grano, con el destaque de la colza, que se aproximó a las 270 mil hectáreas. Sin embargo, estimaciones privadas ubicaron a este cultivo con una superficie de más de 300 mil hectáreas, convirtiéndolo así en el principal cultivo de invierno de la pasada campaña.