La plaga conocida como chicharrita tuvo un enorme impacto sobre el cultivo de maíz de la zafra pasada. Más allá de que para este año, dados los intensos fríos, se prevé una afectación menor, “se están haciendo los deberes” para prevenir un eventual surgimiento significativo del insecto, dijo el ing. Agr. Andrés Alayón, directivo de la Agropecuaria de Dolores. “La gente se está capacitando”, agregó.
El productor dio que una decisión fundamental en la prevención de la chicharrita es la elección del híbrido, ya que hay diferencias de susceptibilidad en los distintos materiales. Además, se debe tener en cuenta el uso de curasemillas, así como el control de maíces guachos, donde se aloja la plaga durante el invierno. A su vez, la fecha de siembra no debería ser muy tardía y se está monitoreando la presencia de la plaga. El uso de insecticidas también ayuda en el control.
De todas formas, Alayón dijo que la lectura que se hace sobre la tan elevada presencia de la plaga en los maíces de la zafra 2023/24 es que en el invierno pasado prácticamente no hubo heladas, lo que permitió la supervivencia de una gran cantidad de insectos. Este año, con los tan intensos fríos y heladas consecutivas, se prevé una incidencia marcadamente menor.
Respecto al área de siembre prevista para la próxima campaña de verano, Alayón no prevé variaciones significativas ni en el área total ni en el peso relativo de los distintos cultivos, aunque por lo bajos precios del maíz este año es factible un moderado descenso del cereal que será compensado por un aumento de la soja.