Los cargamentos de trigo importado en el puerto de Santos, cuya liberación fue más lenta debido al funcionamiento "a reglamento" de los inspectores agrícolas, recibieron la aprobación fitosanitaria y el problema se resolvió, informó el viernes la Asociación Brasileña de la Industria del Trigo (Abitrigo), de acuerdo con lo publicado por la agencia Reuters.

La situación involucró envíos de al menos dos barcos. Uno de los cargamentos llegó al puerto el día 2, pero no fue liberado de inmediato debido a la medida tomada por los inspectores. Con eso, impidió la descarga de otro buque.

Brasil es uno de los mayores importadores del cereal y compra la mayor parte de sus necesidades en Argentina.

El problema del trigo puso de manifiesto dificultades en algunos sectores con el funcionamiento “a reglamento” de los inspectores, ya que el movimiento está alargando el tiempo de análisis de los productos.

Al anunciar la operación, que comenzó a fines de año, la Anffa Sindical, que representa a los inspectores agrícolas, había manifestado que mantendría el ritmo normal de trabajo "solo en actividades que puedan afectar directamente al ciudadano", como la liberación de cargas vivas, inspección de equipaje de pasajeros y mascotas. La operación “a reglamento” tampoco alcanza la inspección de productos perecederos y el diagnóstico de enfermedades y plagas, evitando comprometer los programas de erradicación y control de enfermedades.