Una cosecha relativamente sin contratiempos para la colza, avances importantes en cebada y trigo, y buenas condiciones ambientales están permitiendo una siembra de cultivos de verano “prácticamente óptima” e incluso a un ritmo más acelerado que otros años. En el caso de Dalmás Agro, ya se implantó alrededor del 50% del área de soja de segunda. Es una muy buena fecha. Quizás lo que corre más riesgo es lo último que se implantó”, dijo su gerente de producción Alexis González. Añadió que incluso se pudo implantar ya “algo de maíz de segunda” temprano, buscando también reducir el riesgo potencial de chicharrita.
En el caso de Copagran, su gerente comercial en Paysandú, Luis Simean, estimó que el área de maíz seguramente se reduzca alrededor de un 50% en su zona de influencia por el efecto chicarrita, que durante el primer semestre golpeó duramente a varias chacras del litoral-norte del país. De todas formas, en los últimos 10 días esa perspectiva que tenían varios productores de directamente no sembrar nada de maíz comenzó a “cambiar”. Explicó que con un precio de la soja que está lejos de mostrar una recuperación, trampas de chicharrita que están dando cero, y una “perspectiva de precio más firmes” para el cereal, están llevando a que “algunos se la están jugando a hacer maíz de segunda”. Otro factor que también está incidiendo para la implantación de este cultivo es, por ahora, la ausencia de un pronóstico Niña (falta de agua) para el verano. “Otro tema que también juega es que el rendimiento de las sojas de segunda siempre queda más jaqueado que el de primera (porque es inferior)”, apuntó Simean.