El Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) representará a Uruguay en la segunda edición del Congreso Argentino de Semillas, que se celebrará el 28 y 29 de noviembre en la Universidad Nacional de Córdoba. La investigadora Paula Silva, especialista en genética vegetal y fitopatología, será la encargada de abordar un tema crucial para la región: el impacto de la Pyricularia en los cultivos de trigo y arroz. Este hongo, endémico de Brasil y recientemente detectado en Uruguay, amenaza la seguridad agrícola en varias especies.

Durante su participación, Silva integrará una mesa redonda sobre este patógeno junto a expertos de Brasil, Paraguay y Argentina. La investigadora destacó la importancia de este encuentro al señalar que "la Pyricularia es un patógeno que afecta a muchas especies y, en Uruguay, es una problemática relevante para el arroz y el raigrás, pero ahora también comienza a incidir en el trigo".

El hongo fue identificado por primera vez en Uruguay en 2023, tras una epidemia severa en Brasil, Paraguay y Bolivia. Según explicó Silva, el norte del país presentó ese año un clima excepcionalmente similar al de las regiones tropicales, lo que propició su aparición. "Relevamos chacras de trigo en Artigas, Salto y Paysandú, y en el 80% de las muestras colectadas confirmamos la presencia de Pyricularia", detalló.

Desde entonces, INIA ha liderado investigaciones para identificar y caracterizar el patógeno. Silva explicó que el proceso incluyó análisis morfológicos, extracción de ADN e inoculación del hongo en plantas de trigo para confirmar los síntomas característicos de la enfermedad. "Hasta el momento, todos los estudios indican que se trata de Pyricularia", afirmó, destacando que el instituto trabaja en colaboración con la Universidad Estatal de Kansas y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo.

Uno de los objetivos clave de INIA ha sido prevenir la propagación del hongo hacia el sur del país, donde se concentra la mayor parte de los cultivos de trigo. Para ello, se han realizado campañas informativas dirigidas a productores, recomendaciones sobre manejo de semillas y análisis preventivos. "La enfermedad no está presente en el sur, y en el norte, donde la detectamos, no ha alcanzado niveles epidémicos", aseguró Silva.

En su esfuerzo por adelantarse a posibles brotes, INIA envió a Bolivia 50 materiales de trigo para su fenotipado, lo que permitirá desarrollar variedades resistentes al hongo. Además, el instituto prepara una publicación científica y ha priorizado la difusión de información técnica en jornadas y actividades con productores.

"El mejoramiento preventivo es clave para garantizar que, si esta enfermedad se convierte en un problema más grave, Uruguay esté preparado para enfrentarlo", subrayó Silva.