Quienes se mueven por la ruta 5 no dejan de advertir sobre lo complicado que está el tránsito, fundamentalmente por la cantidad de camiones desde el sur hasta Paso de los Toros. Es lógico, UPM2 mueve mucho en plena construcción y lo hará más aun a partir de que quede operativa y hasta tanto esté funcionando el tren.

No es la única ruta ni causa que hace que manejar por Uruguay sea bastante más complicado y riesgoso que antes y, en realidad, es una buena noticia, ya que guarda relación con el fuerte crecimiento de la producción y de la salida de productos del agro para puertos o industrias.

Como muestras, dos botones: el área agrícola y el envío de vacunos a faena.

En estos dos últimos años, desde que se dio el salto en la venta de camiones, el área agrícola creció en unas 300 mil hectáreas. A un promedio de 4 toneladas por hectárea entre cultivos de invierno y verano, son unos 40 mil fletes más en el año para sacar la producción.

A su vez, en el primer trimestre de este año la faena de vacunos creció en más de 200 mil cabezas respecto al mismo período de 2020. A 35 animales por jaula, son más de 6 mil fletes adicionales. Anualizado, unos 25 mil. Y ese es el movimiento de ganado a faena, sin tener en cuenta el lleva y trae de reposición ni de otros rubros primarios.

Solo entre el crecimiento de la ganadería y la agricultura en estos dos años se está generando una cantidad adicional de fletes del orden de los 60-70 mil. Absolutamente razonable, por lo tanto, el salto en la inversión en camiones.

Lo que hay que tener en cuenta es el impacto de este aumento en la infraestructura. Si la inversión en rutas y, mejor aún, en otros medios de transporte, no acompaña el aumento del movimiento, será un problema en el mediano plazo, como ya sucedió en toda la región del litoral cuando el anterior boom agrícola, en el gobierno de Mujica, no fue acompañado por las imprescindibles obras de infraestructura, ya que se priorizaron otras inversiones que, con el correr de los años, muchas fueron inviables.

Si la infraestructura no acompaña el crecimiento con inversiones, termina siendo un lastre.