Frente a caídas del valor del dólar en la economía se suele alertar sobre la pérdida de competitividad de los bienes producidos localmente. Para Uruguay, un país agroexportador, la principal preocupación se centra en el sector agropecuario. El tipo de cambio real agropecuario es un indicador utilizado para señalizar la evolución de la competitividad precio de los bienes del sector. En ese marco, el economista Rodrigo Marrero, técnico de Opypa, presentó un estudio técnico donde analizó la evolución del Tipo de Cambio Real Agropecuario en los ocho últimos años.
En el trabajo se construye un índice del Tipo de Cambio Real Agropecuario (TCRA) actualizado para los últimos años para la producción agropecuaria nacional y se contrasta su evolución con la del índice de tipo de cambio real efectivo de la economía. Los resultados de este estudio se presentaron en el último Anuario de Opypa.
De acuerdo al trabajo, “la competitividad precio de la economía uruguaya medida por medio del ITCRA ha ido en aumento durante los últimos ocho años. Sin embargo, dicho crecimiento no fue sostenido en ese lapso. Durante el período 2020-2023 el incremento fue levemente mayor que en el período 2016-2019. Esto se debió principalmente a la estabilidad de la economía uruguaya frente a un contexto internacional inestable, con incremento de los precios”.
Según Marrero, un índice de tipo de cambio real agropecuario (ITCRA) es una herramienta útil para analizar la competitividad precio del sector agropecuario de un país. El ITCRA fue construido considerando los precios mayoristas del rubro agropecuario de los principales socios comerciales de la balanza comercial agropecuaria, así como la evolución de los tipos de cambios en cada una de esas economías. Un aumento de este índice indica una mejora en la competitividad precio de los bienes producidos en el ámbito local, ya que se vuelven más baratos en términos relativos a los de los principales socios comerciales. En contraposición, frente a una disminución en el índice, los bienes locales se encarecen respecto a los de los socios comerciales, indicando una desventaja competitiva.
La trayectoria del ITRCA presenta una variación considerable durante el período. A inicios de 2015 se registra un aumento de 15% en el primer semestre, seguido de una caída y una estabilización hasta el primer trimestre de 2016. Durante el segundo trimestre de 2016 se produjo un aumento de 19%, seguido de una evolución descendente, alcanzando su mínimo en marzo de 2019. A partir de noviembre de 2019 el índice crece un 36% en el siguiente año móvil, alcanzando el máximo del período de análisis. Por último, se produce un nuevo descenso hasta marzo de 2022, seguido de una posterior recuperación. “Si observamos el total del período, vemos que el TCRA, a pesar de tener períodos de decrecimiento, ha aumentado”, dice Marrero.
El ITCRE (Tipo de Cambio Real Efectivo -que mide el BCU-) descendió durante el período de forma sostenida, evidenciado una dinámica claramente diferente a la del ITCRA. La competitividad precio medida por el ITCRA refleja mayor variabilidad durante el período. La principal diferencia entre estos indicadores radica en la canasta comercial considerada para el cómputo del indicador en cada caso.
Los incrementos en la competitividad agropecuaria en los últimos años tienen un correlato con un mejor saldo de la balanza comercial agropecuaria, al incrementarse las exportaciones de la canasta de bienes seleccionada.
La competitividad precio mejoró en el período analizado (2015-2023) con los tres principales socios comerciales (18% China, 23% Brasil y 21% Estados Unidos), sin embargo, dicho aumento no fue sostenido durante el período analizado. En lo que refiere al principal socio comercial, China, el indicador aumentó en los años 2016, 2019, 2020 y 2023, y el año de inicio de la pandemia fue el de mayor aumento. En lo que refiere a Brasil, los aumentos se produjeron en 2016 y a partir de 2020 (exceptuando 2022). El caso de Argentina es particular, ya que se observan descensos antes de 2020 e incrementos después de dicho año. Se presume que la principal causa de esta evolución es el gran incremento de precios sufrido por el vecino país.
China se destaca por tener una gran influencia en los movimientos del ITCRA y compensa los bajos niveles en los ITCRB con otros socios comerciales, como Brasil y Estados Unidos, en varias oportunidades. Al comparar el TCRA con la evolución del tipo de cambio (TC) nominal, no se evidencia una correlación entre las series, sino que existen períodos en los que el TCRA se incrementa, mientras el TC nominal permanece en descenso y viceversa.