Esta semana, de forma sorpresiva, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado argentino, Federico Sturzenegger, firmó un decreto por el cual se libera la exportación de ganado en pie desde ese país. “La mayoría de los países ganaderos lo permiten”, argumentó el jerarca, entre ellos sus socios y vecinos Brasil y Uruguay. “Excluirnos gratuitamente de esos mercados es un sinsentido”, agregó.
Ahora los servicios sanitarios argentinos deberán entablar contacto con los de sus potenciales compradores para definir un protocolo y un certificado sanitario de manera de iniciar la corriente comercial. No es algo que quede efectivo de la noche a la mañana, pero si hay interés del comprador, los plazos se agilizan.
Parecería ser el caso de Turquía, donde los precios de la hacienda a faena vuelan (superan los US$ 10 por kilo carcasa). Los tradicionales proveedores del mercado turco son Europa, Brasil y Uruguay. Europa tiene precios de la hacienda carísimos, en Brasil han subido y los turcos prefieren ganados de razas británicas y sus cruzas, por lo que están dispuestos a pagar algo más por el producto uruguayo. Allí es donde entraría la competencia argentina una vez logre la habilitación.
Uruguay en 2024 exportó 347 mil vacunos vivos, 90% de ellos a Turquía. El año en curso comenzó con gran dinámica y no sería de extrañar que el ejercicio 2024/25 termine en cerca de 400 mil cabezas embarcadas. El impacto sobre la oferta de animales a faena en 2025/26 será grande.
Alfredo Fratti, quien asumirá en las próximas horas como ministro de Ganadería del gobierno del Frente Amplio, es un gran defensor de la ganadería. Los productores medianos a pequeños serán, con seguridad, el norte de su administración. Para ellos, en su mayoría con explotaciones fundamentalmente dedicadas a la cría, la exportación en pie es una herramienta fundamental que le da sostén al precio del ternero y certidumbre al negocio de la cría. Fratti ha dicho que no quiere que Uruguay se transforme en una “estancia turca”, donde se produce el ganado, pero se faena en el país euroasiático. Tomar medidas para limitar la exportación en pie no sería bien visto por los pequeños y medianos criadores de ganado.
Quizás la competencia de Argentina reduzca las cabezas embarcadas desde Uruguay a niveles que permitan sostener en el mediano plazo una faena de 2,3-2,4 millones de cabezas, con una exportación en pie sin limitaciones, pero con volúmenes más cercanos a los 200-300 mil que a los 400 mil por año.