Los uruguayos consumieron 85,6 kilos de carne per cápita en 2020 de acuerdo a datos dados a conocer por el Instituto Nacional de Carnes (INAC). Esta baja obedece, fundamentalmente, a una contracción en el consumo de carne bovina solo parcialmente compensado por un crecimiento en el de carne aviar.

El consumo doméstico de carne bovina se estima en 45,7 kilos por persona en 2020, con una disminución anual de 2,2 kilos y de 8,9 kilos (16%) desde 2017. Respecto a 2019 hubo un aumento en el consumo de carne aviar a 20,8 kilos por persona y una disminución en el caso de la carne porcina a 16,6 kilos. De esta manera se detuvo la tendencia al aumento en el consumo de carne de cerdo que se venía constatando desde mediados de la década.

Casi uno de cada cuatro kilos de carne vacuna consumidos en 2020 (24,6%) fue importado, una proporción récord para el país que, de todas maneras, no impidió la baja del consumo interno. Esto significa que solo se consumieron 34,5 kilos por persona de carne producida en Uruguay. En 2015 el producto importado había representado solo 1,4%. En el caso de la carne porcina la proporción es la contraria, con tres de cada cuatro kilos llegados desde el exterior. En la carne aviar la competencia del exterior es mínima, con 95,6% del consumo producido localmente.

En materia de precios, en los primeros meses del año 2020 se mantiene el comportamiento alcista observado en el segundo semestre de 2019, cuando los índices de precios de la carne evolucionaron por encima de la inflación (exceptuando la carne porcina cuyo índice de precios evoluciona por debajo del IPC en todo el período).

A partir del segundo semestre se produce un cambio en la tendencia, los precios de la carne bovina comienzan a descender y se observa estabilidad en las otras especies.

Como resultado de este comportamiento dispar entre semestres, el año 2020 cierra con variaciones acumuladas negativas, en términos nominales, en los índices de precios de las carnes bovina (-3,9%), ovina (-8%) y aviar (-0,3%). Contrariamente el índice de precios de la carne porcina muestra un incremento del 9,4%, coincidente con la variación acumulada del IPC.