Las copiosas precipitaciones de esta semana, que se suman a volúmenes similares en las anteriores, generan complicaciones en el mercado ganadero, con atrasos en las cargas, disminución de la oferta y “huecos” en la faena que suelen completarse a valores superiores a los que pauta el mercado.
Hay una amplia disparidad de precios y propuestas, con plantas que se mantienen en su intención de bajar los precios de compra y otras que se ven obligadas a pagar algunos centavos adicionales para completar cargas.
En lo que las fuentes coincidieron fue en que la oferta es “mínima” y la industria empieza a necesitar oferta para cuando se termine la ventana de cuota, en especial las plantas que trabajan con equipos kosher.
Hay grupos que manejan precios de compra de US$ 3,40-3,45 por novillos gordos, pero empezaron a aparecer algunos negocios, por ahora puntuales, a US$ 3,60 y algún centavo adicional que la semana pasada no estaban en el mercado. Para las vacas los precios van de US$ 3,20 a US$ 3,35, dependiendo de la calidad y el peso.
Hay una demanda intensa de animales livianos para el abasto, sean vaquillonas o novillitos. Las inundaciones en Rio Grande do Sul complican la llegada de camiones con mercadería, lo que genera una necesidad adicional para la oferta interna.
Las entradas están cortas, en el eje de 5-8 días, lo que da la pauta de que, a pesar de la ventana de cuota, la industria está necesitada. Da la sensación de que, con las condiciones climáticas jugando un papel más que preponderante, la industria no logrará llevar los precios al objetivo que pretendía y que la corrección a la baja empezó a quedar atrás.