Si bien destacó lo auspicioso del discurso del presidente Javier Milei para la actividad agropecuaria en general y ganadera en particular, el especialista Miguel Gorelik, director de Valor Carne, observó que la discriminación entre vacas y novillos en el anuncio sobre retenciones “va a contramano de la necesidad de lograr animales más pesados para mejorar la productividad del stock ganadero”.

Para el experto, llevar a 0% las retenciones a la carne de vaca y dejar en 6,75% las de las demás carnes bovinas “parece peligroso”, “ya que ese tipo de discriminaciones puede tener consecuencias imprevistas negativas”, más allá de la dificultad para fiscalizar si la carne exportada proviene de vacas o no.

Opinó que, “haciendo una cuenta a mano alzada”, de los US$ 240 millones que recauda el gobierno por año por retenciones a la carne vacuna, esta medida supondría sacrificar US$ 150 millones (US$ 120 millones por eliminar las retenciones a la carne de vacas y US$ 30 millones por reducir 2,25% las retenciones de las demás categorías). “Es decir que, por mantener US$ 90 millones de recaudación (menos del 40% de la actual), se perdió la oportunidad de anunciar la eliminación completa de los derechos de exportación sobre la carne”, observó.