El mercado de exportación de carne a China se trancó en los últimos días y está ahora en plena puja, con los exportadores intentando mantener los precios que regían 10 días atrás —luego del salto que dieron tras la autoexclusión de Argentina por 30 días— y los importadores pasando “algunos centenares de dólares menos”, aseguraron operadores del mercado a la publicación especializada Faxcarne.
Hay dos factores que llevaron a este cambio en el humor de los importadores chinos. Por un lado, la dificultad de trasladar los altos precios de importación al mercado interno. Los precios de la carne de cerdo bajaron fuerte debido a que muchos granjeros anticiparon ventas para evitar potenciales contagios de peste porcina africana (PPA) en esta “segunda ola” que está impactando en varias regiones. Por otro lado, Aduanas está haciendo la vista gorda en el canal gris —por el cual ingresa carne de contrabando desde Vietnam y Hong Kong— de manera de permitir un mayor ingreso de mercadería para ayudar a mitigar la suba de precios mayoristas.
“Operadores que trabajan en el canal gris fueron a la provincia de Guangxi, próxima a la frontera con Vietnam, para ver el producto”, comentó a Faxcarne un analista del mercado chino. Agregó que se está viendo algo más de mercadería proveniente del canal gris, con las cajas originales cambiadas, en el mercado de Zhengzhou, que es el más importante para la mercadería que ingresa a China por el canal gris.
Pero, más allá de esta situación coyuntural, la expectativa sigue siendo de una demanda firme. Las necesidades de importación chinas siempre son más grandes hacia el segundo semestre. La baja en el precio del cerdo es una situación coyuntural, dado que no se debe a un aumento real de la producción, sino a un anticipo de ventas para evitar potenciales pérdidas por la PPA.
En lo macro, todo parece indicar que los precios de las materias primas seguirán altos, con el consecuente impacto en los costos de producción de carne. Por ende, la carne se mantendrá en precios altos. Y, además, la salida del mundo en su conjunto de la recesión provocada por la pandemia será un espaldarazo a todos estos productos.
En definitiva, siempre habrá oscilaciones en los mercados. Ahora se está en un momento de baja que, quizás, hasta sea saludable para evitar situaciones como las dadas a principios de 2020, de cancelación y renegociación de contratos. Pero el marco general sigue siendo de firmeza. El mercado seguirá tonificado por un buen tiempo más. Pero, en el corto plazo, esto puede impactar sobre la tendencia alcista de los precios de la hacienda para faena, tanto vacuna como ovina.