La importación de vacunos en pie para engorde por parte de Turquía este año se proyectan con una caída de 45% a 220 mil cabezas, de acuerdo con el pronóstico del Servicio Agrícola Extranjero (FAS) del USDA. De estos, 180 mil serán animales para engorde. Este drástico descenso se dará por las restricciones establecidas para esta corriente comercial en 2019, cuando se estableció que a partir de 2022 se cortarán las importaciones de vacunos para engorde. En el ámbito productivo turco consideran que esta anunciada prohibición no se concretará.

Las autoridades turcas establecieron para este año que los importadores solo podrán tener en sus predios hasta 20% de animales para engorde importados, siempre que la capacidad sea de menos de 5.000 cabezas; si la capacidad supera esa cantidad, los animales importados no podrán superar 15% del total.

En 2020 Turquía había importado 384 mil vacunos en pie para engorde. Los dos principales proveedores son Brasil y Uruguay.

En el primer semestre de 2021 Turquía importó 13% menos de vacunos en pie respecto al mismo período del año anterior, a pesar de un salto de 116% en la importación de animales para la reproducción.

Los productores turcos consideran que la suspensión de las importaciones prevista a partir del año que viene no se concretará. Según el FAS, el rodeo vacuno y la producción de carne no son suficientes para cubrir la demanda, entre la que se incluyen unos 50 millones de turistas por año. Por lo tanto, los productores turcos proyectan que la importación de vacunos en pie crecerá en los próximos años.