En estos días se estará dando a conocer la estimación de las existencias de vacunos y ovinos al 30 de junio de 2021. El dato sería similar o levemente superior al del año anterior en el caso de los vacunos y se ubicaría algo por debajo para los ovinos.

Por lo tanto, Uruguay mantendrá un stock vacuno cercano a los 12 millones de cabezas. El rodeo de cría se situará en niveles históricamente elevados —en el eje de 4,3 millones—, la cantidad de novillos será creciente y la de terneros en moderada caída tras el récord de los 3 millones en 2020.

Por lo tanto, además de una cantidad igual o algo superior de animales, estos son algo más grandes, por lo que expresado en Unidades Ganaderas habrá un crecimiento en la comparación con el año anterior. Moderado, pero crecimiento al fin.

Este aumento de la carga ganadera se da en un año de disminución de la superficie destinada a esta producción. Los estimulantes precios agrícolas determinaron un aumento del área de cultivos de invierno, del orden de las 100 mil hectáreas, y sucederá lo mismo con los estivales. Tanto los de secano —de la mano de la soja— como el arroz, ocuparán un área superior a la del año pasado. En muchos casos, los campos que pasan a chacra son de excelente potencial para la producción ganadera, campos de aptitud mixta capaces de sostener una carga relativamente elevada en base a mejoramientos forrajeros y praderas.

Por lo tanto, la carga ganadera está en aumento, con más Unidades Ganaderas y una previsible disminución del área ganadera. En 2020, en base a los datos de DICOSE, la carga fue de UG/ha 0,728. Para este año podría crecer a un eje de 0,74. Sería, de confirmarse, la mayor carga ganadera desde 2016 y se ubicaría por encima del promedio de la última década.

Uruguay, en condiciones climáticas normales, no debería tener mayor inconveniente en soportar de buena forma esa carga. Pero, cabe tener en cuenta que los pronósticos son de mayor probabilidad de Año Niña hacia el verano, lo que implica mayor probabilidad de lluvias por debajo de lo normal. En la jornada sobre cultivos y sistemas de Fucrea e INIA realizada esta semana, el asesor Felipe López presentó un gráfico que indica que, de acuerdo con los modelos, para el trimestre noviembre a enero la probabilidad de año Niña es del orden de 60%.

Más carga por unidad de superficie y con un verano que tienda a ser seco, es una combinación que puede impactar sobre los precios ganaderos, en especial sobre los de la reposición. Será un hecho a tener en cuenta para los próximos meses.