La oficina del USDA en Beijing mantiene la expectativa de un aumento en las importaciones de carne vacuna por parte de China en 2025, impulsado por la previsión de una disminución en la producción nacional de carne vacuna y de cerdo.

Se proyecta que la producción doméstica de carne vacuna en 2025 disminuya ligeramente de 7,79 millones de toneladas en 2024 a 7,74 millones de toneladas. La demanda interna se mantiene estable y el inventario de ganado terminado disminuirá. La tasa de descenso en la producción de carne vacuna será moderada, ya que se prevé que continúe el sacrificio de vacas y ganado de carne en 2025. El ganado que aún no ha alcanzado el peso de faena podría sacrificarse debido a los bajos precios. A medida que los precios del ganado siguen cayendo, los productores han tenido pérdidas significativas en los últimos años. Muchos productores se encuentran endeudados y algunos están financieramente desbordados, por lo que deben vender su ganado para salir del mercado. Es probable que esta dinámica de sacrificio para obtener liquidez persista durante algún tiempo.

El USDA en Beijing pronostica que las importaciones de carne vacuna en 2025 aumenten de forma marginal debido a la baja en la producción doméstica y a la mayor demanda de cortes importados. “El crecimiento será moderado por los vientos en contra de la economía y los fuertes volúmenes de carne importada en años anteriores”, añadió. En 2024, China importó 3,743 millones de toneladas de carne vacuna y se proyecta un incremento del 2%, hasta 3,825 millones de toneladas, alcanzando un récord.

A medida que la economía de China continúa ralentizándose y el poder adquisitivo de los consumidores disminuye, la tendencia a un consumo más austero se hace cada vez más evidente. Los consumidores se han vuelto más sensibles al precio, lo que ha incrementado la popularidad de la carne vacuna sudamericana, de menor costo. En particular, en el mercado de gama media y baja, la carne de países sudamericanos como Brasil y Argentina, con un precio relativamente más bajo, está reemplazando gradualmente la cuota de mercado de la carne más cara de otros países, dijo el USDA. Además, a pesar del impacto de la fluctuación del tipo de cambio, la carne sudamericana sigue siendo competitiva en precio. Por lo tanto, se espera que la demanda del producto sudamericano continúe creciendo en 2025.

El USDA-Beijing mantiene su previsión de un aumento en el consumo de carne vacuna en 2025 hasta 11,547 millones de toneladas, con una tasa de crecimiento más lenta que en años anteriores, apenas 32 mil toneladas más que en 2024. El consumo per cápita aún tiene potencial de crecimiento. El aumento de la demanda de alimentos preparados impulsará la demanda de cortes de carne de bajo costo. Sin embargo, la incertidumbre económica y el gasto cauteloso de los consumidores limitarán la tasa de crecimiento del consumo.

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