Desde Shanghái
Tal como se esperaba, el primer día de la feria del Sial en Shanghái transcurrió sin negocios concretados debido a la amplia diferencia entre las pretensiones de la oferta y los precios que están dispuestos a pagar los importadores.
Lo que más llamaron la atención fueron un par de manifestaciones de compradores chinos disgustados con algunos exportadores por el no cumplimiento del negocio en la forma que estaba establecido. En los dos casos, las manifestaciones fueron rápidamente disueltas por la policía.
Hubo una buena cantidad de público en los tres stands en los que se encuentran los proveedores de América del Sur, en uno de ellos Brasil, en el contiguo Uruguay y Australia y en el siguiente Argentina. El de más concurrencia fue el hall donde se encontraban las empresas exportadoras brasileñas, que son las que gozan de un saldo exportable más grande y con precios de la materia prima más bajos.
Al no realizarle negocios, se maneja una amplia gama de precios entre la intención de venta de los exportadores y la de compra de los importadores. Pero hay varias cosas en las que todas las fuentes coincidieron.
Primero que nada, en la dificultad de acercar las puntas, con una muy importante competencia de la producción doméstica. “La carne que se produce en el mercado interno se vende enfriada y es por eso preferida por los consumidores respecto del congelado que llega desde el exterior”, comentó un trader. La fuerte baja procesada en los precios de la hacienda en el mercado interno en las últimas semanas la llevó al mismo precio del congelado importado, lo que tapa cualquier posibilidad de mejora en los precios de este último.
Otro aspecto en el que se coincide es en la pesadez mayor en el mercado de la carne ovina, en este caso por la competencia de Australia.
Y hay un tercer punto de relativa coincidencia, y es en la expectativa de que el mercado está en los pisos o próximo a ellos y que, en meses venideros, posiblemente el año próximo, la situación será mejor.