La zafra de terneros 2021, en pleno desarrollo, transcurre con altos porcentajes de venta y precios sostenidos en niveles elevados. En la subasta de Plazarural de esta semana el valor medio de los casi 7 mil terneros comercializados fue de US$ 2,47 el kilo, 4 cents por encima del remate de marzo y casi en los mismos niveles que en marzo de 2020; en el remate de abril del año pasado estaba pegando de lleno la irrupción de la pandemia en el país y el valor medio de comercialización había sido de US$ 2,31, nítidamente por debajo de la referencia anterior y de las actuales.
En las otras dos principales pantallas, Pantalla Uruguay y Lote 21, el precio medio de la subasta de marzo fue de US$ 2,41 y US$ 2,46, respectivamente.
Son referencias muy favorables para los vendedores y superan las expectativas generadas anteriormente que, más allá que no eran malas, eran inferiores.
Los argumentos que sostienen estas cotizaciones son los de siempre: el precio del gordo y la situación forrajera. Más allá de que desde la industria se pretendió reducir el precio de los animales a faena, la corrección fue mínima y la referencia se mantiene en el eje de US$ 3,50-3,55 el kilo carcasa de novillo. A su vez, las condiciones forrajeras luego de las lluvias que comenzaron a fines de enero son favorables, más allá de alguna preocupación generada un par de semanas atrás. Para estas horas de finales de la corriente semana están pronosticadas precipitaciones de relativa intensidad.
A estos dos argumentos positivos para el precio del ternero se suma la reducción de la oferta. En la comparación de las ventas por pantalla respecto al año pasado, la oferta hasta el momento es alrededor de 28% inferior a las mismas actividades de 2020. Algo lógico si se considera que la zafra pasada fue la de los alrededor de 3 millones de terneros y la actual será de unos 2,8 millones.
La expectativa es que el precio de esta categoría se mantenga en niveles elevados, aunque en un año con tal grado de incertidumbre como el actual, no se puede dar nada por seguro.
