El trigo cerró el viernes y la semana con leves bajas en Chicago y en Kansas. Entre los factores que generaron las pérdidas se ubicó la posibilidad de que se agilicen las exportaciones de Rusia si efectivamente se remueven algunas de las sanciones que afectan a entidades financieras clave para el comercio ruso de granos y de fertilizantes, en el día después de la prolongación por 120 días del acuerdo que garantiza un corredor seguro sobre el Mar Negro para los embarques de Ucrania. El trigo para la posición de marzo en Chicago cerró a US$ 303 la tonelada (-1,6%), mientas que en Kansas quedó a US$ 339 (-1,6%).

Además, el lento progreso de las exportaciones estadounidenses y la necesidad de hacer más competitivo el valor del trigo frente a compradores que siguen focalizando su demanda sobre la Unión Europea también influyeron en la debilidad del mercado, según Granar.

Los problemas de calidad en Australia y de volumen en la Argentina limitaron las bajas. Sobre esto último, en su primera estimación oficial, la Secretaría de Agricultura de Argentina calculó el volumen de la cosecha de trigo 2022/2023 en 13,40 millones de toneladas, lejos de los 22,10 millones del ciclo 2021/2022, por debajo de los 15,50 millones pronosticados por el USDA, pero por encima de los 13 millones publicados por el Consejo Internacional de Granos, de los 12,40 millones proyectados por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y de los 11,80 millones previstos por la Bolsa de Comercio de Rosario.