El precio de los terneros se disparó en las últimas subastas, tanto en términos absolutos como en la relación con otras categorías clave, caso de las terneras y los novillitos de 1-2 años.

En las últimas subastas por pantalla se advirtió un impulso significativo en los precios de las categorías de reposición y cría, respaldados por las mejores condiciones forrajeras y por la suba del precio del gordo. Pero la valorización de los terneros fue porcentualmente mayor a la de otras categorías de animales nuevos, tanto en la comparación con las hembras de su misma generación como con los machos de la anterior, los novillitos de 1-2 años.

En las dos zafras pasadas el precio medio de los terneros superó por escaso margen al de las terneras, en el eje de 6-7%. En las subastas de febrero de Plazarural y Pantalla Uruguay, en promedio, la cotización media de los terneros superó en 15% al de las terneras. Aunque superior a los dos ejercicios anterior, en términos históricos es una brecha exigua.

Respecto a los novillitos de 1-2, el premio de los terneros cayó a un piso de 10% en 2019/20 (las generaciones de 2017 y 2018), aumentó a 16% en 2020/21 y comenzó el ejercicio 2021/22 (asumiendo que las generaciones comienzan a comercializarse a partir de fines de febrero) con una brecha de 22% a favor de la generación más nueva.

El aumento de la diferencia entre los precios de ambas generaciones tiene su lógica. Los que actualmente son novillitos de 1-2 años son la generación 2019, récord histórico de producción de terneros en el país, en el entorno de los 3 millones de cabezas. Además, de esta generación fueron muy pocos los animales que se han exportado en pie, por lo que la amplísima mayoría se están recriando en los campos del país.

Por el contrario, la generación actual de terneros es más chica, posiblemente alrededor de 2,8 millones de animales, con una demanda desde la exportación en pie que se muestra más activa. Además, el precio de los animales de la misma generación en los países de la región también está muy firme, con referencias similares o superiores a las uruguayas, lo que también da sostén a los precios internos, en tanto compite en la exportación de animales vivos con la región (concretamente con Brasil) y con otros países exportadores (Australia) que también tienen una oferta muy limitada para la exportación en pie.

La expectativa es que la brecha de precios entre los terneros y los novillitos de 1-2 en el correr de este año sea más amplia que durante los dos ejercicios anteriores, posiblemente manteniéndose próximo al 20% como lo fue en los ejercicios 2016/17 y 2017/18.