Uruguay ha asumido compromisos a nivel internacional, que plantean una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, específicamente en la producción de carnes, por lo que el principal desafío para el país es medir para demostrar que “sí, Uruguay puede ser líder en sostenibilidad en la producción de carne para el mundo” dijo Gianni Motta, técnico del Instituto Nacional de Carnes (INAC).
El técnico recordó que Uruguay asumió en 2015 el compromiso de bajar sus emisiones de gases de efecto invernadero, mientras que en la actualidad, “estamos viendo noticias de que hay embarques de carne carbono neutral y allí es donde empiezan a aparecer las demandas de los consumidores”. Explicó que esta exigencia proviene inicialmente de Europa o Japón, que “son los consumidores que están demandando conocer de dónde viene esa carne, cuál es el impacto ambiental y tratar de consumir de alguna forma un producto que es diferenciado, por lo que eso hoy es un mercado de nicho”.
Motta dijo que “tal vez el productor ya está produciendo de forma sostenible”, sin embargo remarcó que “lo que no se ha hecho hasta ahora, y el productor normalmente no lo hace, es medir cuál es el grado de sostenibilidad de su sistema de producción”. En este sentido remarcó el “rol de INIA, que está desarrollando metodologías y formas de medir, por ejemplo, el impacto en la biodiversidad, si es que lo hay”.
Para el profesional conocer el “estado de situación” de cada establecimiento, permitirá “saber cuál es su impacto ambiental, si es que lo tiene, y a partir de ahí se puede planificar metas para el futuro, por ejemplo, primero para bajar su emisión, su presión de emisión o conservar aún más los recursos que hoy tiene disponibles y que obviamente el productor siempre quiere dejarle un campo sano para la generación futura”.
Explicó que los datos de emisión y de la presión de emisión en el sector ganadero, están calculados por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y se publican en las páginas oficiales, por lo que esa información a nivel nacional existe, “pero a futuro se va a tener un poco más de información de cómo es la presión de emisión de forma territorial. Esto es lo que está trabajando en este grupo de huella ambiental de la ganadería, que está conformado por el Ministerio de Ganadería, el Ministerio de Ambiente, INIA y INALE y el propio INAC”.
Partiendo de la base que Uruguay continuará siendo ganadero y que las vacas en el campo seguirán emitiendo gases de efecto invernadero, el Ing. Gianni Motta dijo que “existen muchas formas de bajar las emisiones, tanto absolutas como relativas”. A modo de ejemplo señaló “la mejora de la digestibilidad de las pasturas o dar alimentos más digestibles, eso inmediatamente baja la emisión del animal”.
El técnico de INAC dijo que existe “un todo un desafío relativo al cuidado del campo natural. Porque si nosotros cuidamos el campo natural, empezamos a secuestrar carbono. Si en el suelo también se puede encontrar carbono ahí existe una oportunidad de bajar la emisión total de la ganadería”. Motta recordó que “el metano es biogénico y cicla naturalmente en el ambiente, por lo que en realidad a largo plazo podríamos esperar que nuestra ganadería, con ciertas condiciones sea climáticamente neutra”.