La operativa dentro de la cuota 481, de animales terminados en corrales de engorde, sumado al retiro de los equipos kosher redujo drásticamente la demanda por animales provenientes de pasturas, lo que llevó a la industria a corregir fuertemente a la baja sus precios de compra. Pero la operativa es prácticamente nula dado que la oferta se resiste a aceptar los nuevos precios propuestos, en el entendido que, en un par de semanas, cuando comience a quedar atrás la producción para la cuota, la demanda se reactivará.
Los precios de compra de los novillos se ubican en US$ 3,45, con alguna posibilidad de llegar a US$ 3,50, pero sin que se hayan hecho negocios a estos valores. Por las vacas gordas se ofrecen US$ 3,20 hasta US$ 3,30 si las carcasas son de más de 240 kilos. Hay buena demanda por vaquillonas para el mercado interno con referencias cercanas a los precios propuestos por los novillos.
“Por más que los animales están sintiendo toda el agua que cayó y no están ganando kilos, el productor opta por esperar a que la demanda se reactive”, resumió un consignatario. Las entradas se mantienen en el entorno de 7-10 días.
La expectativa es que el mercado siga escasamente operado hasta tanto las principales industrias deban salir nuevamente al mercado para programar las faenas posteriores a la cuota, posiblemente a partir de fines de la semana próxima.