Un rematazo por donde se lo mire, ágil, con piques de distintos puntos del país, con una oferta excepcional en todas las categorías. Las ventas estuvieron a cargo de los escritorios Zambrano & Cía, y Correa & San Roman.
El comienzo con los vientres y con el martillo de Martín San Roman, marcò un comienzo sorprendente, alcanzando en el primer martillazo US$ 8.400 por el 50% de Ligia, una vaca negra parida, con ternero al pie, elevando el precio del ejemplar a US$ 16.800.
El segundo martillazo fue para Trina, una vaca colorada preñada, que se pagó US$ 6.000 también por el 50%, elevando el precio del animal en US$ 12.000. Luego las restantes vacas planteleras se pagaron entre US$ 4.200 y US$ 5.760, alcanzando un promedio en esta categoría de US$ 8.712.
Las terneras PPI recomendadas se pagaron en US$ 3.120, las preñeces de transferencia embrionaria se pagaron US$ 2.400 y las 10 vacas de pedigree preñadas en US$ 2.232.
Por su parte las vacas sa PC preñadas se pagaron US$ 1.875 y las vacas SA preñadas en US$ 1.461.
El comienzo de los toros con los planteleros, también marco un fuerte posicionamiento de la demanda, que no disminuyò en la agilidad de los negocios, sin demorar el arranque de los negocios y con varios piques en cada reproductor.
En los planteleros el màximo fue de US$ 10.800 por el 100% de Caradura, un toro recomendado por la cabaña y el segundo martillazo en US$ 10.440, los toros planteleros hicieron US$ 9.570 de promedio.
Luego se ofertaron 7 toros pedigree de 2 años recomendados por la cabaña que alcanzó US$ 7.526 de promedio, en tanto que los 23 toros pedigree de 3 años promediaron US$ 4.769 y los cuatro toros pedigree de 2 años que completaron la oferta hicieron US$ 4.830.
El cierre de las ventas fue con los toros PC y SA, donde los puros controlados de 3 años hicieron US$ 4.453 de promedio y los SA de 3 años US$ 3.976, por lo cual el total de los 70 toros vendidos fueron comercializados a un promedio de US$ 5.034.
Al cierre de las ventas, Gerardo Zambrano remarcó la calidad de la oferta en todas las categorías comercializadas por Bayucuá, "una cabaña para cabañas".
El rematador dijo que el promedio es el resultado de más de 100 años de trabajo, de la preparación, de la clientela y de lo que producen, porque mucha de la gente que vino a comprar nos decia que tengo excelentes toros de las vacas SA que compre en el remate".
Por su parte Carlos Martín Correa, resaltó la intensidad durante todo el remate. "Estamos hablando de estos precios, pero porque los animales realmente tienen ese valor".
El consignatario salteño señaló que tanto los vientres como los toros se dispersaron para todo el país, como es tradicional en los remates de la cabaña.
María Mattos, de cabaña Bayucuá, dijo que el remate "fue muy dinámico, muy rápido", a pesar que "la gente vino a elegir uno a uno sus animales".
La cabañera agradeció a los diferentes clientes y amigos que año tras año se acercan y acompañan las ventas y en especial destaco la presencia de Roberto Pancho Calderón "un referente del angus a nivel regional, una persona que me ha ayudado tanto" y que a pesar de haber picado los animales de punta, no logrò adquirir ejemplares en este remate.