A partir de 2022, la carne bovina y las menudencias uruguayas que se exporten a Rusia podrían estar expuestas a aranceles más elevados, dice el INAC en un informe publicado en su sitio web. De mantenerse los actuales volúmenes de esta corriente comercial, significaría un aumento en el pago arancelario de US$ 3,5 millones anuales.
INAC agrega que potencialmente podrían darse algunos otros impactos indirectos negativos, como el empeoramiento de Rusia como mercado alternativo a China y la mayor competencia de carne paraguaya en otros mercados, dado que el país euroasiático es el segundo principal destino de la carne vacuna paraguaya.
Los cambios a partir de 2022 afectarían a distintos productos de forma desigual: mientras que la carne bovina congelada vería un aumento arancelario de 11,25% a 27,5%, la enfriada aumentaría de 11,25% a 15%. En cuanto a las menudencias, pasarían de 9,38% y 11,25% a 12,5% y 15% respectivamente según el código arancelario.
Rusia ha perdido relevancia como importador de productos cárnicos uruguayos, pero sigue siendo un destino relativamente importante en el caso de la lenga y el hígado. La tasa arancelaria de la lengua es de 11,25%, por lo que se elevaría a 15%, en tanto que el hígado pasaría de pagar 9,38% a 12,5%.