En el marco de un ciclo radial dedicado al medioambiente, fue convocado el Ing. Agr. (Dr.) Claudio García, investigador del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) quien analizó la situación del agua en Uruguay, las problemáticas que afronta y los aportes de la ciencia en pos de cuidarla y utilizarla eficientemente. El especialista en manejo de agua en sistemas agroproductivos y riego cuestionó la idea de que Uruguay tiene abundancia de este recurso y llamó a “cuidarlo y gestionar su uso”.
El investigador explicó que, si bien a nivel nacional hay muchos ríos y arroyos, el caudal es bajo y los problemas de abastecimiento se recrudecen en los periodos de escasa lluvia. “Se suele pensar que Uruguay tiene mucha agua, pero en realidad es un recurso finito que no lo tenemos en todos lados ni de forma permanente, por eso que hay que gestionar su uso y mantenerlo lo más saludable posible, tanto para la producción como para la vida humana”.
También desmitificó la idea que popularmente se tiene de que el Acuífero Guaraní es una fuente importante de agua para el país. “Si bien el norte de Uruguay está sobre este gran reservorio, se encuentra en capas muy subterráneas para explotarlo y de hacerlo se correrían riesgos innecesarios ya que no existen estudios suficientes sobre el acuífero para estos fines. Además, es transfronterizo, por lo que habría que ser muy cuidadosos para utilizarlo y requeriría un acuerdo con los otros países que tienen injerencia en él”.
Entre los desafíos asociados a que el recurso no sea abundante o no esté disponible fácilmente en todo el país, el experto resaltó el riego, que es clave en la producción agropecuaria y que ha sido un eje central de investigación para INIA y otras instituciones desde hace más de 30 años.
“En el 1989 Uruguay salió de una sequía muy grande que duró un año y medio y que afectó mucho la producción intensiva. Desde ese entonces la investigación se centró, entre otros temas, en el manejo eficiente del agua. Se comenzó a estudiar si era posible usar menos cantidad sin que los rendimientos disminuyan y cómo minimizar el gasto de energía y recurso para evitar la erosión y el escurrimiento que puede contaminar cañadas y ríos.”, repasó.
Asimismo, valoró que “Uruguay es uno de los pocos países que, a pesar de tener tantos periodos de lluvia en el año, ha desarrollado ampliamente el estudio del riego, que generalmente es más común en países áridos”. En ese sentido, enfatizó que, por la variabilidad climática local, donde el promedio anual de lluvias es de 1300 mm con alta variación mensual, “la gestión del agua es clave” y el estudio multidisciplinario también lo es para lograr la sostenibilidad de los sistemas productivos.
“El primer fin de semana de junio llovieron 150 mm[1] en Canelones y en los 15 días siguientes no volvió a llover, entonces hay que pensar en el riego. Por eso es fundamental saber cómo, cuánto y cuándo regar, y siempre contemplar que no estemos afectando la sostenibilidad del sistema productivo. Para eso en INIA se conforman equipos de investigación multidisciplinarios, con especialistas en riego, pero también en suelo, cultivos y ambiente. Porque hay que cuidar y no se pueden perder recursos naturales”.
Explicó que desde el instituto se han desarrollan múltiples proyectos y líneas de investigación en conjunto con otras entidades y que históricamente han apoyado al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca suministrando información científica para delinear políticas públicas asociadas al uso eficiente del agua.
Sobre el final, destacó el impacto que tiene la gestión de este recurso a diferentes niveles. “Tenemos que pensar que cuando merma el agua se afecta toda la cadena, no solo el productor. Porque baja la producción y por lo tanto el trabajo en las plantas de empaquetamiento, en el transporte. Y todo eso termina impactando en los precios de los productos. Por eso es clave gestionar, conservar y cuidar el recurso”, concluyó.