Con biotipos de animales muy diferentes en la pista, Norman Catto, experto de origen escocés radicado en Argentina, calificó el Shorthorn en la Expo Prado, definiéndola como “la mejor raza para hacer cruzamientos, pero se usa poco porque no es moda y hay otras que van ganando terreno”.
El jurado expresó que el Shorthorn va a seguir existiendo porque “el mercado de carnes lo necesita”.
La cabaña del departamento de Rivera “Santa María”, de Sucesores Walter Mario Damboriarena, expuso al Gran Campeón y Campeón dos años, mientras que la Gran Campeona se la adjudicó la cabaña “Bella Sombra” de Agrocolonia Srl, con una vaquillona menor que es genética argentina.
Walter Mario Damboriarena manifestó que el Gran Campeón es hijo de un toro de “Santa María”, pero nieto de sangres canadienses. Tiene genética de un toro que fue Premio de Oro en Sudamérica y Copa de Plata a nivel mundial. Es una sangre que produce muy bien”, remarcó Damboriarena. El jurado dijo que “es un toro muy completo y por eso ganó bien”.
El criador explicó que el toro impresiona mucho porque es completo y tiene mucha carne. Aclaró que le pueden faltar kilos porque se vino abajo y se encerró muy tarde, pero “promete más carne que la que tiene”.
Víctor Sánchez, principal de Agrocolonia explicó que la Gran Campeona “es una vaquillona menor que fue servida a los 14 meses. Su formación genética es a partir de líneas traídas desde la Argentina”.
Sánchez contó que trajo genética de la cabaña “Santa Cecilia” de Héctor Mario Eyherabide, fueron dos líneas de sangre que se cruzaron y el resultado fue la Gran Campeona. “Es un biotipo moderado y la intención es impulsarlo en Uruguay para cruzar con animales más grandes, con origen Canadá y Australia”, afirmó el criador.