“Serie de cambios nivel mundial”, así inició su participación en la conferencia internacional sobre el mercado global de la carne, el australiano Simón Quilty, quien se refirió a los extremos que atraviesa el mercado.
“Los precios de los animales van a subir más con inflación extrema en Estados Unidos” dijo, señalando además que se dan en estas épocas los desafíos naturales con inundaciones que llevaron a pérdidas de ganado, “pero lo más importante es que sigue provocando escasez”.
El especialista recordó que Australia ha tenido récords de precipitaciones en el último mes, pero en Estados Unidos están con una sequía extrema que determinará una caída en el stock ganadero de 2%.
“La niña es la verdadera preocupación aquí, por su efecto en el mundo” dijo, donde por ejemplo, tiene como resultado que se disparen los costos de los seguros, entre otros.
Según puntualizó, la crisis de la guerra tiene un impacto directo y dramático en el precio de los granos por su importancia en el mercado, y allí llega otro extremo, que es el aumento en el precio de la carne. Sobre este aspecto, reconoció que China pierde por la guerra, porque importa gran parte de los productos agropecuarios que el mundo produce.
“Tenemos también el impacto de la guerra en el petróleo que se disparó y esos altos precios generan una relación fuerte en otros insumos, como el caso del maíz” dijo.
Respecto a la producción ganadera en su país, reconoció que “en Australia la faena está en los niveles más bajos de los últimos 60 años”.
Otro extremo son los costos de carga, con tasas que en el mejor de los casos “son 3 veces más alta que antes que la pandemia”.
Y esto lleva también a la escasez extrema de los alimentos en el mundo, “y el trigo aquí es importante porque una pequeña suba en Estados Unidos afecta fuertemente el precio de una flauta de pan en los países de tercer mundo”.
“La plaza se ve vulnerable por todos estos eventos extremos” dijo.
Acompañaron a Simón Quilty, Rafael Tardáguila de Uruguay y Gerrar Lui, de China.