Leonardo García, un uruguayo que emigró a la vecina orilla hace tres décadas logró convertirse en un referente de la raza Holando Argentino. “A los ocho años ya sabía lo que era el trabajo duro. Ordeñaba vacas a mano en la calle y repartía leche en su pueblo. Con lo que le sobraba, hacía queso y lo vendía. Esa imagen de Leonardo García, un niño uruguayo con vocación tambera, fue el inicio de una historia de vida atravesada por el sacrificio, la pasión por las vacas lecheras y una inquebrantable voluntad de trabajo”, consigna una nota publicada por la periodista Mariana Reinke de La Nación, Argentina.
Hoy, con 50 años, García es jurado oficial de la Asociación Criadores de Holando Argentino (ACHA) y una figura de referencia en el sector lechero. Su entusiasmo es evidente: luego de cinco años de ausencia, la raza Holando vuelve a pisar la pista central de la Exposición Rural de Palermo. Será este viernes 25, desde las 10, cuando las vacas overas regresen con fuerza a la sección 3 de la arena palermitana, marcando un momento largamente esperado por criadores y apasionados de la genética lechera.
“Soy del departamento de San José, una cuenca lechera muy importante en Uruguay. Mi abuelo tenía un pequeño tambo. Desde los dos años andaba con él”, recuerda a La Nación.
Pero, cuando sus abuelos dejaron el tambo para mudarse al pueblo, el todavía pequeño no abandonó la actividad. “Seguí ordeñando mis vaquitas en la calle. Tenía un lugar donde las dejaba de noche, ordeñaba a mano y repartía la leche. Eso lo hice hasta los 14 años”, comentó.