Con la llegada del otoño, los productores ovinos deben ajustar sus estrategias de manejo para garantizar una reproducción eficiente y una mejor cosecha de corderos. El Ing. Agr. José Francisco Ramos, técnico del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), indicó algunas de las recomendaciones que realiza la institución para optimizar este proceso.

Priorizar animales aptos para la reproducción

Según Ramos, la mayoría de las majadas ya han iniciado el servicio o están en proceso de encarnerada. En este contexto, es esencial destinar animales aptos para la reproducción, tanto machos como hembras, asegurando una buena fertilidad. "La mayoría de los sistemas orientados a la producción de carne ovina ya han comenzado los servicios para adelantar la parición y lograr corderos grandes a fin de año", señaló.

En cuanto a los sistemas de lana fina, algunos productores encarneran en marzo o incluso abril, dependiendo de sus estrategias productivas. Para mejorar los índices de preñez, Ramos recomienda extremar los monitoreos de parasitosis gastrointestinales y favorecer el contacto oveja-carnero. "Es clave utilizar potreros adecuados para el tamaño de la majada y, si es necesario, hacer encierres nocturnos para optimizar la eficiencia del servicio", explicó.

Planificación y sanidad: claves para el éxito

Un aspecto fundamental en la reproducción ovina es la programación de la ecografía y la esquila preparto. "La ecografía debe realizarse entre 30 y 60 días después de retirados los carneros o entre el día 70 y 100 desde el inicio del servicio", indicó Ramos. Además, recomienda planificar los potreros donde se producirá la aparición de las ovejas para garantizar un entorno adecuado para los corderos.

El manejo sanitario también juega un papel crucial. Ramos destacó que el año pasado fue particularmente lluvioso, lo que generó problemas de parasitosis y afecciones podales. "Muchos productores están interesados en erradicar el pietín, ya que su control reduce significativamente el trabajo y mejora el bienestar animal", afirmó. Además, subrayó la importancia de emplear "drogas de eficacia comprobada y mandar los animales a potreros limpios para minimizar la carga parasitaria".

Si bien existen estrategias de encarnerada en distintas épocas del año, el experto enfatiza que el otoño es la mejor estación para lograr mayor fertilidad y obtener mellizos. "El fin de verano y el otoño permiten que la aparición coincida con el final del invierno y el inicio de la primavera, asegurando una mejor disponibilidad de alimento durante la lactancia", explicó Ramos.

Finalmente, el técnico del SUL recordó que la mejora en los índices de señalada es un objetivo clave para cualquier sistema de producción ovina. "Cada acción que se tome ahora impactará directamente en la cantidad y calidad de los corderos a cosechar, por lo que es fundamental una buena planificación y manejo", concluyó.

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