En la segunda jornada de Wool Connect, se volvió a insistir en la necesidad de certificar los procesos de la producción de fibra y la utilización únicamente de lanas sin mulesing. Morten Dilling, de Dinamarca, dijo que han trasladado sus compras a la Patagonia argentina debido a que aquí no se realiza esta técnica, pero además se tiene la certificación GOTS para garantizar el proceso de producción para un nicho de mercado muy demandante de productos cada vez más sustentables y responsables con el medioambiente y el bienestar animal.
Entre las presentaciones que se realizaron en la primera parte de la conferencia en el día de hoy, Ralf Kunert director general de Naturamus, una empresa dedicada a la producción de cosméticos en base a “lanolina orgánica”, habló de la delicada situación en la que se encuentra la producción ovina. Kunert dijo que la lanolina puede comportarse como un “sismógrafo” que permite analizar la situación en la que se encuentra cada predio dentro de “este terremoto” de lo orgánico, sustentable y amigable con el bienestar animal.
Explicó que la lanolina permite medir la situación de los pesticidas en el medioambiente. Si bien dijo que el límite es de 0,01 para la presencia de los mismos en la lanolina, actualmente se tienen mediciones siete veces por encima, por lo que sostuvo que “las ovejas se están criando en ecosistemas muy delicados”. Ante esta situación dijo que se debe trabajar fuertemente en la disminución de pesticidas y la certificación de los procesos productivos.
Kunert, dijo que existe un nicho de mercado, cada vez más grande, dispuesto a pagar precios Premium por cosméticos que tengan una “trazabilidad total”. En su empresa en particular, pequeña frente a otras industrias dentro del sector, se ha logrado generar una trazabilidad dentro de la cadena, tanto a nivel de la industria como de los productores, los cuales deben tener una certificación orgánica.