El mercado lanero australiano cerró esta semana con un descenso de ocho centavos en el Indicador de Mercados del Este (IME) que cerró en US$ 7,31 por kilogramo base limpia. Dicha caída estuvo influenciada por la fluctuación del tipo de cambio, la calidad de una oferta que continúa siendo reducida y la selectividad de la demanda. 

La calidad de la oferta es un factor determinante en la variabilidad de los precios, frente a una demanda selectiva, por lo que se observó tanto en Sidney como en Melbourne, valores con primas destacadas para las lanas de mejor calidad y con bajo o nulo contenido de materia vegetal, principalmente en las lanas más finas.

Las lanas certificadas, que han tenido una oferta muy escasa últimamente, logran atraer la demanda de textiles de alta gama, diferenciándose aún más del promedio del mercado.   

El tipo de cambio también influye en la operativa comercial, transformándose esta semana en un factor negativo, cuando trasladamos las referencias a dólares estadounidenses. En dólares australianos el IME cerró en AU$ 10,91 por kilogramo base limpia, registrando así un aumento de cuatro centavos respecto a la semana pasada.

La oferta en el mercado fue de 30.473 fardos, sin embargo 29.166 correspondieron a lanas australianas y 1.307 fardos de lanas de origen neozelandés. Del total ofertado se colocó el 91,9% esta semana, con Tianyu Wool como el principal comprador.

Para la próxima semana, la oferta será de 32,354 fardos. Las ventas se realizarán en los tres centros de ventas el martes 10, mientras que el miércoles 11, serán únicamente en los centros del Este. De confirmarse el volumen proyectado, será un 6,2% más de lanas que lo ofertado esta semana.

Más allá de este incremento, la oferta continúa siendo reducida respecto al inicio de 2023. En las primeras diez semanas del año pasado se comercializaron 271.839 fardos, un 21% más que los 215.039 fardos de este comienzo de zafra. Parte de este descenso de la oferta, se debe principalmente a la retención de parte de los productores australianos, a la espera de una mejora de la competencia entre los compradores chinos y europeos, a medida que finalicen las vacaciones del verano en Europa.