Estas semanas inicia un periodo que también es importante en el desarrollo de los cultivos de soja en el país, el principal producto de la agricultura y en el que hay esperanzadas expectativas de rendimiento.
La principal zona productora del país, la conocida como la zona núcleo, tienen ya los motores calentando de las cosechadoras, y los productores y empresarios de la zona se atreven a hablar de rendimientos superiores a tres mil kilos por hectárea.
Más hacia el litoral norte, en departamentos como Salto y Paysandú, hay una realidad muy dispar por el efecto de la sequía. Allí se espera un abanico variado de productividad, con algunos que se animan a hablar de rendimientos de más de tres mil kilos por hectárea, mientras que otros están con el objetivo de poder alcanzar un promedio que supere, apenas, los dos mil kilos por hectárea. Aquellos que tienen sembrados los campos de Artigas y Rivera difícilmente tengan un promedio que cubra los costos, por los efectos que la sequía generó, ya que se extendió hasta el mes de febrero.
Más al centro del país el escenario es de optimismo, por ejemplo en Durazno, un operador de la zona consultado, dijo que si bien faltan algunas semanas para poder conocer el rendimiento real, se podría llegar a tener la mejor productividad de esa zona.
Todo está dado, ahora quedan algunos días de espera para poder conocer realmente que pasará, pero lo concreto es que los precios acompañan y la oportunidad está.