El gobierno de Reino Unido calificó como de ‘’acto hostil’’ la detención de un buque petrolero británico por Irán en la zona del golfo Pérsico, durante el sábado 20 de julio, rechazando así la explicación del gobierno de Teherán sobre que detuvo a la embarcación por esta envuelta en un accidente.

La acción de la Guardia Revolucionaria iraní, ocurrida durante el pasado viernes 19 en la mayor región marítima petrolera, fue considerada por los países occidentales como el mayor acto de hostilidad en tres meses de confrontaciones, que llevaron a Irán y a EEUU al borde de una guerra.

El incidente ocurrió dos semanas después que Reino Unido detuviera a un petrolero iraní en Gibraltar, acusado de violar sanciones contra Siria, lo que activó amenazas de represalias por parte de la autoridad iraní.

La secretaria de defensa británico, Penny Mordaunt, consideró el incidente un acto hostil. El secretario de Relaciones eXteriores, Jeremy Hunt, dijo que expresó su decepción en una llamada telefónica a su par iraní, Mohammed Javad Zarif. El Reino Unido también convocó al encargado de negocios iraní en Londres.

Un portavoz de la Guardia Revolucionaria iraní, General de Brigada Ramezan Sharif, dice que Teherán había detenido al navío en el estrecho de Ormuz pese a la resistencia e interferencia, de un buque de guerra británico que estaba escoltándolo.

La agencia de noticias iraní Fars sostuvo que la Guardia tomó control del Stena Impero durante el viernes, tras una colisión entre esta nave y un pesquero iraní y de haber ignorado su pedido de ayuda.

La nave, que no llevaba carga, fue llevada a puerto iraní de Bandar Abbas, en donde deberá permanecer, con sus 23 tripulantes mientras que el accidente es investigado, sostuvieron las agencias de noticias iraníes. Según comentaron, antes de ser liberado, deberá pasar un proceso legal.

En base a Reuters