La semana del informe mensual del USDA dejó ligeras oscilaciones para los precios de los granos en Estados Unidos. Lo mejor se lo llevó el maíz, luego de que el organismo ajustó en un 10,32% su estimación sobre las existencias finales estadounidenses. Para la soja volvió a imponerse la presión de una oferta sudamericana con potencia de ser récord, mientras que el trigo fluctuó entre la chance de que Rusia vea caer sus exportaciones en los próximos meses y un dólar muy apreciado.

La soja cerró la semana con leves bajas para sus precios en Chicago, donde los contratos enero y marzo retrocedieron 0,55% y 0,42%, luego de pasar de 365,14 a 363,12 y de 367,16 a 365,60 dólares. El mercado es consiente que, de continuar la bonanza meteorológica, la oferta del bloque Sur (Brasil, Argentina, Paraguay, Bolivia y Uruguay) podría alcanzar un récord histórico de entre 235 y 240 millones de toneladas, superior a los 215/220 millones de la campaña anterior. Esa presión se hace sentir cuando resta menos de un mes para que comience la recolección temprana de la soja brasileña.

En cuanto a las acciones de la demanda, según datos de la Administración General de Aduanas de China las importaciones de soja durante noviembre sumaron 7,15 millones de toneladas, un volumen inferior al rango previsto por los operadores, que fue de 7,50 a 8,50 millones de toneladas, y a los 7,92 millones de igual mes de 2023. No obstante, en los primeros 11 meses de 2024 China recibió 97,09 millones de toneladas de soja, un 9,4% más que en igual segmento del año anterior, según informó Reuters.

Por otro lado, la semana de negocios cerró con leves altibajos para los precios del trigo estadounidense. En efecto, en Chicago los contratos marzo y mayo perdieron 0,89% y 0,57%, al pasar de 204,73 a 202,90 y de 207,76 a 206,57 dólares por tonelada. La firmeza del dólar frente al euro fue uno de los factores bajista la última semana. Este es uno de los factores más perjudiciales para la construcción de los precios del trigo en las plazas estadounidenses, dado que mantiene caro y poco competitivo el remanente de grano exportable de EEUU, frente a la oferta de la Unión Europea que, si bien en esta campaña es menor, tiene capacidad para ofrecer a lo largo de la campaña unos 29 millones de toneladas, según el USDA. Justamente, el impacto negativo de la fortaleza de la moneda estadounidense no es aún mayor porque el bloque europeo vio disminuida su oferta –37,95 millones de toneladas en el ciclo 2023/2024– y porque el mercado apuesta por una paulatina reducción de la disponibilidad de trigo en la zona del Mar Negro, hechos que podrían abriles más chances de negocios no solo a los oferentes de Estados Unidos, sino a los de la Argentina y de Australia. Fuente: Granar Research