A medida que se recorre todo el litoral del país y se habla con técnicos y productores, hay un escenario que se repite y es la disparidad de las lluvias y su impacto en los rendimientos y desarrollos en cada rincón dónde se realiza agricultura a gran escala.

Ignacio Damonte, de la Sociedad Rural de Río Negro, dijo a Panorama Agrícola que “en nuestra zona de influencia, al sur de Paysandú y norte de Río Negro, vemos muy buenos rendimientos de maíz, superando los 7 mil kilos por hectárea,  y algunos productores que utilizan el riego tienen un rendimiento que va entre 11 mil y 12 mil kilos por hectárea. En el este del departamento los productores  estaban dedicados a sacar lo seco y arreglos de cosecha con humedad”.

Respecto a los trabajos con soja, dijo que “tenemos zonas dispares, pero el grueso le vemos buen potencial, ya que algunas zonas recibieron lluvias un poquito tarde en cultivos de primera  y no van a poder concretar rendimientos que pintaban muy buenos”.

En soja de primera más tardía, el agua le llegó mejor para concretar un poco más de grano  y sobre todo para contribuir en el peso de los granos, según explicó.

“Por lo tanto vamos a tener una diferencia entre el versus de las primeras tempranas y las primeras tardías, pero igual vendría bien el último golpecito de agua para esas chacras” subrayó.