El trigo anotó subas de hasta US$ 7/t al final de la semana pasada, de la mano de una relativa debilidad del dólar estadounidense, gracias a los altos índices inflacionarios de ese país, lo que incentivó la inversión en el mercado de las materias primas y llevó a los precios a operar con ganancias.
A su vez, compras técnicas debido a la volatilidad de los futuros del trigo en las últimas semanas y el cierre bajista del jueves en el mercado de Chicago también dieron apoyo alcista a los precios. La aún persistente y creciente incertidumbre en la región del Mar Negro por la renovación (o no) del corredor seguro de granos ucranianos terminó de influenciar las subas de los valores.
Por otro lado, el maíz cerró la semana pasada con ganancias de hasta 1%, impulsado principalmente por el alza en el mercado del petróleo crudo, ya que este es el principal insumo de Estados Unidos para el combustible de etanol, lo que tendió a potenciar el impulso alcista. También, la baja en las restricciones por Covid-19 en el gigante asiático apoyaron las subas en el mercado maicero.
La soja, por su parte, se recuperó y cerró sumando hasta US$ 11/t, ante la esperanza de que la medida de China respecto de aliviar algunas restricciones de Covid-19 pueda estimular la actividad económica, lo que podría impulsar la demanda de bienes, incluida la soja, y mejorar la perspectiva de las exportaciones de poroto estadounidense que venían mostrando poca fluidez, lo que añadió presión alcista a los precios futuros de la oleaginosa. Además, la fortaleza del petróleo crudo también dio apoyo a los precios.
Por último, los derivados del grano mostraron un desempeño muy positivo, marcando ganancias en todas las posiciones, tanto para la harina como para el aceite de soja, lo que terminó de influenciar al alza las cotizaciones.
Fuente: BCR