La finalización de la “fase 1” de un acuerdo comercial entre Estados Unidos y China podría quedar para el próximo año, dijeron expertos en comercio y personas cercanas a la Casa Blanca, porque Pekín presiona por una reversión más extensa de aranceles y el gobierno de Donald Trump responde con sus propias exigencias, informó Reuters.
Los principales índices bursátiles del mundo cotizaron en baja ayer por las nuevas dificultades que trancan posibles avances que solucionen la guerra comercial.
Además, el mal humor de los mercados fue mayor después de que el Senado estadounidense enfureció a China al aprobar una ley que requiere una certificación anual de la autonomía de Hong Kong y advirtió a Pekín sobre la represión de los manifestantes. China exigió que Washington deje de interferir en asuntos internos y afirmó que tomaría represalias.
Trump y el representante Comercial, Robert Lighthizer, reconocieron que revertir los aranceles para lograr un acuerdo que no aborde temas esenciales como la propiedad intelectual y la transferencia de tecnología no será considerado como un buen pacto para Estados Unidos, señaló una fuente con conocimiento del tema.
Funcionarios de Pekín habían sugerido antes que el presidente Xi Jinping y Trump podrían firmar un pacto a inicios de diciembre. Algunos expertos dicen que la próxima fecha a tener en cuenta podría ser el 15 del próximo mes, cuando aranceles a bienes importados chinos por valor de 156.000 millones de dólares entrarían en vigencia.
“Si las conversaciones van realmente bien, entonces se suspenderá el alza”, comentó Christian Whiton, un miembro de alto rango de estrategia y comercio en el Centro de Interés Nacional, y un exasesor de los gobiernos de Trump y de George W. Bush. “Si no, Estados Unidos los implementará y eso llevará el asunto al próximo año”.