Los precios de la energía han pegado un fuerte salto en los últimos meses en parte debido a una reducción de la oferta que, de mantenerse, determinará una reducción de 0,3% en las expectativas de crecimiento de la economía global este año y 0,5% en 2022, dijeron analistas del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Una combinación de factores sin precedentes está apuntalando los mercados de la energía, haciendo recordar la crisis energética de los años de 1970 y complicando perspectivas que ya eran inciertas en cuando a la inflación y la economía global”, dijeron los analistas.
Por el momento las regiones más afectadas han sido Asia y Europa, donde el precio del gas natural más que se cuadruplicó hasta niveles récord.
La situación actual tiene como origen las disrrupciones provocadas por la pandemia, cuando las restricciones frenaron la actividad de la economía global, lo que causó un colapso en el consumo de energía y una disminución de las inversiones de las compañías energéticas. Luego, el consumo de gas natural rebotó rápido, elevando la demanda en momentos de relativamente escasa oferta. El impacto sobre otras materias primas ha sido enorme, caso del carbón y del petróleo, que superó los US$ 85 el barril Brent en los últimos días.
Allá por los años 1970 la crisis energética, con la cuadruplicación de los precios del petróleo, provocó una recesión global. Sin embargo, la situación actual, aunque amenazante, no parece que pueda llegar a tener impactos tan negativos. Las curvas de los precios de la energía en los mercados de futuros indican que la expectativa es de una normalización de las cotizaciones en el primer semestre de 2022.
“Proyectamos que el precio del gas natural se normalizará hacia el segundo trimestre de 2022, cuando el final del invierno en Europa y Asia reduzca las presiones estacionales. El precio del carbón y del petróleo seguramente también bajarán. De todas formas, la incertidumbre sigue siendo alta y pequeños shocks de demanda puede determinar nuevos saltos en los preciosp”, dijo el FMI.