La calificadora de riesgo S&P subió este miércoles la calificación de Uruguay a BBB+ (dos escalones por encima del grado inversor), con perspectiva estable. De esta manera Uruguay logra la más alta calificación crediticia de acuerdo a esta calificadora, alineándose con la agencia R&I que, en octubre pasado, había subido la nota a ese mismo nivel, el más alto en la historia del país.

En su resolución, S&P destacó que la perspectiva estable “refleja nuestra expectativa de que un crecimiento económico continuo y resultados fiscales estables contribuirán a un déficit fiscal moderado y a la estabilización en los niveles de deuda”.

Por otra parte, la agencia resaltó que espera que inversiones en diversos sectores de la economía respaldarán un crecimiento del PIB de alrededor de 2,5% promedio en 2024-2026.

La decisión adoptada por S&P se suma a otras mejoras adoptadas por calificadoras desde marzo de 2020 hasta ahora. En diciembre de 2021 Fitch mejoró la perspectiva de la deuda uruguaya a estable (BBB-), en octubre de 2022 la agencia japonesa R&I subió la nota a BBB+, con perspectiva estable y en noviembre del año pasado DBRS Morningstar subió la nota a BBB con perspectiva estable.

La ministra Azucena Arbeleche dijo al respecto: “La mejora en la calificación crediticia de S&P confirma la confianza por parte de la misma en el manejo fiscal prudente, algo que ya se viene percibiendo a nivel de los inversores a través de las bajas primas de riesgo país. Esta credibilidad y confianza en el manejo de los dineros públicos genera un mayor bienestar para los uruguayos. En primer lugar, se genera un aumento en el empleo como resultado de un incremento de la inversión en el sector productivo. En segundo lugar, se reduce la carga tributaria a personas y empresas, como aconteció recientemente. En tercer lugar, un manejo fiscal prudente permite que Uruguay acceda a créditos en condiciones más favorables reduciendo los recursos destinados al pago de intereses de deuda. En cuarto lugar, permite asignar mayores recursos a sectores prioritarios como son los hogares de menores ingresos, las empresas de menor porte, la salud, la educación, la infraestructura y la vivienda”.

La agencia S&P destacó también el avance en las reformas estructurales, con especial énfasis en la seguridad social que “se encamina a ser aprobada por el Parlamento”. Estas reformas también comprenden a la regla fiscal, la mayor transparencia en el mercado de los combustibles, las acciones por una mayor inserción internacional y el medioambiente, entre otras.