En agosto de 2021 la primera ministra neozelandesa decidió llevar las islas a un régimen de “lockdown” debido a un brote de Covid-19, en su variante delta. Luego de varios meses con menos de 10 casos promedio diarios, la situación cambió y llegaron a haber más de 80 casos por día.
El lockdown impuesto por el gobierno generó el cese de todas las actividades, entre ellas la cosecha forestal. Esto llevó a un aumento de actividad por parte de los importadores chinos, tratando de asegurar la materia prima, pero no empujó el precio, el cual se mantiene un escalón más abajo que en junio, pero igualmente con un nivel competitivo.
Se estima que la reducción de envíos para setiembre, motivado por lo antes mencionado, será de un 40% de los barcos. En promedio, de acuerdo a lo que dijo un analista neozelandés a Panorama Forestal, se cargan 50 barcos mensuales desde las islas a China y para setiembre se prevén 30.
El pasado lunes 6 de setiembre, el nivel de alerta en el país Kiwi se redujo y esto permitió volver a las activdades, entre ellas, retomar la cosecha forestal.