La demanda internacional por carne vacuna es un fuego y es un hecho que lo seguirá siendo el año próximo, fundamentalmente por el impacto de la fiebre porcina africana en China. Esta voracidad no será correspondida por un aumento de la oferta, lo que es un aditivo adicional para sostener altas referencias de precios.
Si bien no se puede afirmar que se registre sincronización alguna del ciclo ganadero entre los principales países exportadores del mundo, en la mayoría de ellos el stock de hacienda ha dejado de crecer o directamente ha comenzado a caer. Por lo tanto, desde las principales regiones exportadoras de carne vacuna no se puede prever un aumento de los volúmenes de producción que lleguen a compensar el aumento de la demanda.
En los países del Mercosur el rodeo vacuno se contrajo en 2018 en Brasil, Paraguay y Uruguay, en tanto aumentó en Argentina. En la suma la caída fue de 1,63 millones de cabezas respecto al año anterior, un descenso de 0,6% a 292,3 millones.
En Brasil, según datos oficiales, con 213,5 millones de cabezas, el stock mostró en 2018 una caída por segundo año consecutivo, ubicándose 1,7% por debajo del año anterior. En Uruguay el año pasado había caído por segundo consecutivo, tendencia que se mantuvo en 2019. En Paraguay, según datos del Senacsa, se produjo una baja de 320 mil cabezas a 13,5 millones, aunque se habría recuperado en un número similar al primer cuatrimestre de 2019.
En Argentina, si bien sólo transcurrió la mitad del año ganadero abril 2019/ marzo 2020, puede proyectarse una caída de entre 1,5-2% en el número de vacas y vaquillonas, según el analista argentino Ignacio Iriarte. Esto estaría compensado por el crecimiento en el número de novillos, novillitos y terneros, por lo que el stock total podría arrojar a marzo próximo un número similar al registrado en igual período de 2019. Entre 2017 y 2018 el rodeo vacuno argentino creció en 575 mil cabezas a 59,9 millones.
En otros grandes países exportadores de carne vacuna sucede algo similar. En Estados Unidos, al 1º de julio último, con 103 millones de cabezas, las existencias se muestran estancadas, con estabilidad en el rodeo de vacas y terneros.
En la Unión Europea el rodeo cayó de 89,15 millones en 2017 a 87,5 millones en 2019 (1,8%).
En Australia, país muy afectado por una intensa sequía, se calcula que este año el rodeo caerá 3,8%, proyectándose para el próximo un stock de 24,5 millones de animales, el más bajo en 31 años. La cantidad de terneros destetados caería en 2020 a un mínimo desde 1985.
Por lo tanto, ni en América del Sur —principal región exportadora— ni en Oceanía ni en América del Norte —las otras dos principales— es dable esperar un aumento de la oferta de carne. En la actual situación es como tirarle un balde de nafta a la hoguera.