Las últimas decisiones tomadas por el gobierno de Estados Unidos no hacen más que recalentar aún más un mercado que ya estaba en ebullición.
Un par de semanas atrás, luego de un parcial intento de reapertura, las autoridades sanitarias de Estados Unidos prohibieron nuevamente el ingreso de ganado vivo desde la frontera sur con México debido a casos de gusano barrenador (bichera le diríamos en Uruguay) cada vez más al norte del país azteca. Anualmente llegan a EEUU desde México más de un millón de cabezas para ser terminadas en los feedlots, oferta que no estará presente (hay analistas que dicen que esta prohibición se estirará al menos hasta fin de año) y que genera presión alcista adicional sobre los precios del mercado del ganado a faena en Estados Unidos, que ya están recalentados por la reducida oferta interna.
Y este miércoles la Casa Blanca confirmó el arancel adicional de 40% a la carne vacuna brasileña, lo que deja al producto del tercer principal proveedor del producto en Estados Unidos (y principal exportador mundial) virtualmente fuera del mercado. La reacción en el mercado de futuros fue inmediata, con el contrato de octubre del ganado para faena con un aumento del orden de 3% respecto al precio de principios de semana.