Con un mercado casi nominal debido a que tanto la oferta como la demanda son muy reducidas, los precios que pasan las pocas industrias que siguen participando del mercado mantienen una consistente tendencia a la baja.
De los US$ 3,15-3,20 el kilo carcasa de novillo que se proponía sobre fines de la semana pasada se pasó a principios de la corriente a US$ 3,00 y en la tarde de ayer los operadores consultados señalaron que se están pasando precios en el eje de US$ 2,90 a US$ 2,95 por animales de esta categoría y US$ 2,60 en el caso de las vacas gordas. Además, la posibilidad de que el pago sea contado es prácticamente imposible. Ni siquiera las empresas que anteriormente mostraban una mayor predisposición a esta modalidad, son receptivas al pago contado.
El resto de las plantas o no está participando de la demanda —hay varias cerradas y otras se sostienen con ganado propio— o anotan el lote sin fijar precio.
La oferta es mínima, a pesar de lo que la demanda se posiciona por debajo, lo que permite que se mantenga la tendencia descendente de los precios de compra, más allá de que casi no hay operaciones.
El paro de actividades decretado por una de las ramas de la Foica (la del Cerro) fue un elemento adicional al momento de consolidar la tendencia bajista de los precios por debajo de los US$ 3 para el novillo.
La actitud de extrema cautela de la demanda obedece a la absoluta incertidumbre acerca de si podrán seguir faenando en los próximos días. Un caso de Covid-19 positivo en la planta obligaría al cese de actividades al menos por dos semanas.
La evolución del mercado dependerá de cómo se desenvuelva la situación del coronavirus en el país.