La Comisión Europea (CE) anunció este miércoles un retraso de 12 meses en la aplicación de la ley sobre deforestación, respondiendo así a la presión de los socios mundiales y de la industria, que se han quejado de la falta de preparación para cumplir a tiempo la legislación.

La Comisión también ha publicado unas orientaciones que aportarán "claridad adicional" a las empresas y a las autoridades encargadas de hacer cumplir la normativa para facilitar su aplicación, y ha reiterado que la propuesta de prórroga "no cuestiona en modo alguno los objetivos de la ley".

Entre las nuevas orientaciones que elaborará la Comisión durante los 12 meses adicionales de introducción progresiva figuran un punto de contacto único para el apoyo informático a los operadores empresariales, apoyo para probar los archivos de geolocalización e instrucciones multilingües detalladas para el usuario sobre el sistema. La norma iba a comenzar a regir a partir del 1° de enero próximo, y ahora el plazo pasó al 30 de diciembre de 2025 para grandes empresas, y al 30 de junio de 2026 para micro y pymes.

Hasta hace unos pocos días, se descontaba que la Unión Europea (UE) no iba a prorrogar la aplicación de la Ley Antideforestación después de anunciarlo en la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Además, el Ejecutivo de la UE propondrá legislación adicional antes del 30 de junio de 2025 tras "intensos diálogos" con la mayoría de los países interesados.

Previsto inicialmente para entrar en vigor el 31 de diciembre, el Reglamento de Deforestación ha estado en el punto de mira de los trabajos del Ejecutivo comunitario, tras haber sufrido una creciente presión por parte de la industria, los grupos políticos y los terceros países afectados por las exportaciones, que afirmaban que la Comisión no había ofrecido orientaciones adecuadas para ayudar a las empresas durante la fase de transición.

"Los socios mundiales han expresado repetidamente su preocupación por su estado de preparación, más recientemente en la Asamblea General de la ONU en Nueva York", declaró la Comisión, añadiendo que el nivel de preparación entre los operadores empresariales del bloque también era desigual. "Mientras que muchos esperan estar listos a tiempo, gracias a los intensos preparativos, otros han expresado su preocupación", añadió el Ejecutivo europeo.

Acordado por los legisladores de la UE en 2022 y adoptado por los países de la UE en junio de 2023, el Reglamento sobre Deforestación exige a los proveedores que certifiquen que sus productos (de soja, carne de vacuno, café, aceite de palma, caucho, cacao, madera y sus derivados, como el cuero y los muebles) no proceden de zonas que hayan sido recientemente despojadas de bosques para dar paso a granjas y plantaciones.

El alto representante saliente de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, dijo que la lucha por la aplicación es real y pidió cautela para no "alienar a los socios" con los que hay que estrechar lazos.

"Tenemos que admitir que (la ley de deforestación) ha creado dificultades significativas en nuestras relaciones con socios importantes como Brasil, Indonesia y los países de África Occidental", reconoció.  Ahora, se espera que el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo den el visto bueno a la propuesta de la Comisión Europea.