La Asamblea Nacional (Cámara baja) francesa adoptó la semana pasada una resolución en contra de la ratificación del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur, que lleva negociándose durante más de dos décadas y que este 2023 vive un nuevo impulso político.

En total, 281 diputados franceses se expresaron a favor y 58 en contra de un texto que había sido propuesto por parlamentarios de distintos grupos políticos de la oposición, que abarcaban de la izquierda ecológica a los conservadores, mientras que el bloque macronista insistió en que los argumentos esgrimidos son, en realidad, idénticos a la posición que defiende ya el Gobierno francés.

“No hay ninguna ambigüedad, no hay ningún doble discurso, las condiciones de Francia son extremadamente claras (…) Quiero considerar que entre el fondo de la resolución y la posición del gobierno hay una convergencia muy fuerte”, manifestó Olivier Becht, secretario de Estado francés de Comercio Exterior, en nombre del Ejecutivo de Emmanuel Macron.

Entre las razones para oponerse al acuerdo, los defensores de esta resolución destacaron los perjuicios para los productores franceses en materia de competencia desleal —Francia reclama que los productos importados estén obligados a cumplir los mismos requisitos sanitarios y ambientales que se exigen en la UE— y los posibles daños para el planeta, informó Efe.