Las bajas que se procesaron en los precios en dólares de los principales productos de la ganadería de carne desde el pico de noviembre se han visto compensadas por la valorización de la divisa por encima del ritmo de la inflación, mejorando el poder de compra de la pecuaria.

El precio del novillo gordo en noviembre alcanzó un pico histórico de US$ 4,35 el kilo carcasa debido a la combinación de una oferta interna exigua y una demanda extremadamente voraz. A partir de entonces todo comenzó a cambiar y se han sucedido noticias con fuertes impactos bajistas. Primero la decisión del gobierno de China de frenar la escalada en los precios de la proteína animal, luego el coronavirus. La consecuencia en el mercado interno fue inmediata con un precio del novillo gordo que comenzó a bajar semana a semana.

En estos primeros días de marzo el precio del novillo gordo parece hacer pie en el eje de US$ 3,50 a US$ 3,60 el kilo carcasa, un descenso de 18% respecto al tope de noviembre. El ternero también bajó, aunque lo hizo en proporciones del entorno de 5% en el mismo período.

Sin embargo, el poder de compra de estos bienes se vio afectado en mucho menor medida, o incluso mejoró. Las complicaciones económicas en China, principal importador mundial de materias primas, pega en los países exportadores de estos productos, fundamentalmente economías emergentes, pero también otros como Australia y Nueva Zelanda. Esto tiende a “empobrecer” a estos países por menores volúmenes exportados a precios más bajos. Por lo tanto, sus monedas se debilitan. El dólar en Uruguay subió fuertemente en los primeros 12 días de marzo. Como si algo faltara para complicar al mundo, se desató la guerra en el precio del petróleo entre Arabia Saudita y Rusia que también pegó en las economías emergentes.

El dólar en Uruguay superó los $ 43, en una escalada de 30% en el año y de 15% comparado con la cotización de noviembre, cuando aquellos picos en los precios ganaderos. La suba del tipo de cambio fue muy superior a la del promedio de los precios medidos en el Índice de Precios al Consumo (IPC). Por lo tanto, los bienes que se comercializan en dólares, caso del novillo y del ternero, elevaron su poder de compra. Teniendo en cuenta la evolución del precio del novillo, del dólar y del IPC, el poder real de compra del kilo de novillo bajó solo 6% respecto a noviembre y es 27% superior al de un año atrás. Por su parte, el poder de compra del ternero aumentó 5% en términos reales respecto a noviembre y 32% en el año.

Uruguay venía sufriendo un atraso cambiario prácticamente crónico. Siempre y cuando se logre que esta recuperación del dólar no se traslade a la inflación, la mejora del tipo de cambio es una excelente noticia para todos los sectores exportadores que reciben sus ingresos en dólares.