El peso medio de las carcasas de novillo entre enero y julio de 2019 cedió a 277,1 kilogramos por cabeza, levemente por debajo de 2018 (277,5 kilos) y del pico histórico de 279,5 kilos alcanzado en 2017.
Durante esta década el peso medio de las carcasas ha ido en aumento hasta 2017, acompañando precios del kilo flaco crecientemente más altos que los del kilo gordo. Los invernadores, ante este hecho, optaban por agregarle más kilos a los novillos antes de venderlos.
La relación de precios kilo de ternero/kilos de novillo gordo superó 1,30 en 2016 y 2017. El año pasado y en el actual se moderó a alrededor de 1,18, lo que alienta a los invernadores a deshacerse antes del animal terminado, sin necesidad de seguir agregándole kilos. Además, hay una gran avidez de la demanda por una oferta que es escasa.
La situación es dispar entre animales terminados a pasto y los terminados a grano. Para estos últimos, el alto precio de compra de la reposición los obliga a agregarles más kilos. En algunos casos esto está llevando a tomar la decisión de comprar animales más livianos.