China recuperó sus stocks de cerdos y en 2021 alcanzó un récord de producción de carnes. En el mercado global, se esperan menos importaciones de cerdo del gigante asiático, pero en el sector bovino y aviar ese país se mantiene firme.

En 2019, China sufrió un importante brote de Peste Porcina Africana (PPA), que afecta tanto a los cerdos domésticos como a los salvajes. Una de las principales consecuencias de ese brote fue la merma del stock de cerdos, que pasó de 428 millones de cabezas a finales de 2018 a 310,4 millones a finales del año 2019. Hubo una pérdida de 117,5 millones de animales (27% menos) afectando fuertemente la producción local y, en consecuencia, las posibilidades de abastecimiento interno para satisfacer la demanda de la principal carne consumida por la población china.

En concordancia con la alta demanda, entre 2020 y 2021 hubo una rápida y eficiente recuperación de los niveles de stock de cerdos; que fueron de 406,5 millones de cabezas en 2020, a 449,2 millones de cabezas a finales de 2021. Según estimaciones del USDA, para el 2022 se espera que los stocks sigan aumentando, llegando a 460 millones de cabezas; un 2,4% superior al año anterior. Estos altos niveles de recuperación se deben no sólo a la eficiencia china en el manejo de la problemática, sino también al aumento del número de reproductoras.

En 2019 la producción de carne de cerdo cayó a 42,5 Mt, implicando una merma de casi 12 Mt de producción, según datos del organismo estadístico oficial chino; en 2020 continuaron cayendo los volúmenes de producción alcanzando así un piso de 41,13 Mt.

Las producciones de carne bovina y aviar del mercado chino lograron compensar parcialmente los menores volúmenes de oferta de cerdo entre 2019 y 2020.

A nivel global, las importaciones de carne bovina y aviar en 2022, se mantendrían al alza, impulsadas por un mayor consumo y demanda firme por parte de China y los principales importadores. Las importaciones globales de esa carne se perfilan a bajar de 3,3 Mt en 2022, ante la menor demanda china.

Por la recomposición de stocks de cerdos y el aumento productivo, en los primeros seis meses del año, las importaciones chinas se han visto limitadas al tiempo que compiten con los bajos precios internos de la carne de cerdo, sumado a un retorno del arancel NMF aplicado sobre las importaciones de carne de cerdo congelada, pasando del 8% provisorio a 12%. En este sentido, se espera que las importaciones de cerdos vivos en 2022 disminuyan aún más a medida que se estabilice el rebaño de cerdas.

Se estima que las restricciones por covid-19 reducirán el consumo de carne de cerdo en el sector hotelero, de restaurantes e institucional, donde se consume carne de cerdo refrigerada y congelada. Según el informe presentado por el USDA, los consumidores diversificaron el consumo de carne durante el período de precio "alto" del cerdo después de los brotes de peste porcina africana, y estos cambios en las preferencias parecen haber persistido incluso cuando los precios de la carne de cerdo disminuyeron en 2021.

Para 2031 comparando con el año 2018 (previo al suceso que afectó gravemente los stocks de cerdos en China) se espera un aumento en el consumo per cápita de carnes. Se proyecta una recuperación y un leve aumento del 2% en carne de cerdo y un fuerte incremento en el consumo de carne bovina (41 %) y aviar (48 %). 

El USDA proyecta que entre 2018 y 2031 las importaciones se incrementarán 278% en carne de cerdo, 179% en carne bovina y 291% en carne aviar. 

En 2021, China se comprometió con Uruguay en estudiar la posibilidad de generar un tratado de libre comercio; y el 23 de febrero de 2022, el gigante asiático actualizó la lista de productos de carne vacuna disponibles para importar desde Chile, incluyendo ciertos subproductos bovinos. Más del 80% de las exportaciones de carne vacuna de Chile van a China.

Fuente: BCR